DÍA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE
Antecedentes
El Día Mundial del Medio Ambiente fue establecido en 1972 por las
Naciones Unidas durante la Conferencia de Estocolmo. La celebración del Día Mundial del Medio Ambiente tiene que ver con cómo
acciones individuales pueden provocar un cambio global positivo. Anteriores ediciones del Día Mundial del Medio Ambiente trataron cuestiones como el
cuidado de la tierra y el agua, la capa de ozono, el cambio climático, la
desertificación y el desarrollo sostenible, entre otros.
El DIA MUNDIAL DEL MEDIO AMBIENTE (DMMA) se
celebra en todo el mundo a través de conciertos "verdes", actividades
en las calles, competiciones escolares, campañas de limpieza y reciclaje, y
mucho más.
¿Por qué celebrar el Día Mundial del Medio
Ambiente?
Es fácil culpar a otros del cambio climático, la degradación medio
ambiental,... sin embargo, el DMMA es un día para dejar a un lado esas
diferencias y pensar qué puedes hacer tú para proteger el medio ambiente. Al celebrar el Día del Medio Ambiente recordamos la importancia de
cuidar nuestro planeta y sobre todo, nos damos cuenta de que cada acción cuenta
así que unidos debemos celebrarlo cada año en todas partes y todos juntos. Este año el Día Mundial del Medio Ambiente tiene como lema Piensa. Aliméntate.
Ahorra.
Según FAO, cada año se desechan 1,3 billones de comida, lo que equivale
a la producción total del África Subsahariana. Al mismo tiempo una de cada
siete personas en el mundo se va a la cama hambrienta y más de 20.000 niños de
menores de cinco años mueren diariamente de hambre. Así, un 98% del hambre
mundial se da en países en vías de desarrollo.
Piensa.Aliméntate.Ahorra pretende animar a todos a disminuir la huella alimentaria
evitando el desequilibrio actual y sus efectos en el medio ambiente. Hemos de
ser conscientes de las consecuencias de nuestras decisiones alimentarias y de
cómo tomarlas de forma más acertada. Actualmente nuestro planeta trata de ofrecer los recursos necesarios
para sus 7 billones de habitantes (9 millones en 2050), sin embargo, FAO estima
que un tercio de la producción alimentaria se pierde o es desechada. Ese hecho
es altamente perjudicial para los recursos naturales y genera consecuencias negativas
en el medio que nos rodea.
Si desperdiciamos comida, significa que todos los recursos empleados para producirla también lo son. Así por ejemplo, producir un litro de leche supone gastar 1.000 litros de agua o producir una hamburguesa 16.000 litros... Todas esas emisiones de gas durante el proceso habrán sido en balde si desechamos alimentos.
De hecho, la producción global de alimentos ocupa un 25% de la
superficie habitable, un 70% de consumo de agua, un 80% de deforestación y un
30% de gases. Es, por tanto, uno de las actividades que más afectan a la
pérdida de biodiversidad y a los cambios en el uso del suelo.
Pero, ¿qué significa tomar decisiones acertadas? Elegir aquellos
alimentos cuyo impacto al medio ambiente es menor, es el caso de la comida orgánica
en la que apenas se usan productos químicos. O adquirir productos en mercados
locales en los que se sabe que no ha sido necesario el transporte y por tanto,
no han supuesto grandes emisiones de gas.
Tomado de http://www.unep.org/spanish/wed/wedpack/thinkeatsave/#sthash.2ZWFB0FC.dpuf
Tomado de http://www.unep.org/spanish/wed/wedpack/thinkeatsave/#sthash.2ZWFB0FC.dpuf